Las velas en recipientes o cuencos requieren pequeños, pero muy importantes, cuidados para prolongar su vida útil, sacar un máximo provecho a su aroma y la cantidad de cera que tenemos.
¿Como logramos esto? ¡FACIL!
-La primera vez que enciendas tu vela, debe derretirse por completo toda la superficie, el tiempo que demore en hacerlo dependerá del tamaño del recipiente y de las condiciones climáticas. Si es verano, lo hará más rápido, debido a que la cera que se utiliza en este tipo de velas es de bajo punto de fusión, que se funde a menor temperatura.
¿Porque es importante no saltar este paso? Por qué así evitaremos que se haga un túnel en el centro. Si éste se forma, cada vez que encendamos nuestra vela, solo se consumirá la cera al rededor del pabilo, pero el resto quedará intacto. Esto ocasionará un gran desperdicio de material, y no podremos sacarle el máximo provecho a la esencia.
Pero... ¿Qué pasa si tuvimos que apagar nuestra vela antes de tiempo, y se formó el túnel? ¿Tiene solución? ¡Claro que sí! Deberemos hacer al rededor del envase una "casita" con papel aluminio, logrando que sobresalga algunos centímetros por encima de la boca del recipiente, luego encenderemos la vela, asegurándonos de estar atentos al proceso, luego de unos minutos podemos revisar cómo va el proceso, de a poca ira derritiéndose el resto de la superficie, gracias al color extra que proporciona el papel aluminio. Una vez que veamos que toda la superficie esta derretida de manera uniforme, podremos retirar el papel aluminio y finalizar el proceso.
¿Tiene un tiempo máximo para estar encendida? ¡SI! En el caso de nuestra vela Ténsese, no más de tres o cuatro horas, o hasta que el caldo sérico tenga aproximadamente dos centímetros de espesor. Como mencionamos antes, esto puede variar dependiendo de las condiciones climáticas.
Otra cosa muy importante para preservar nuestra vela es apagarla de manera correcta. En ninguna circunstancia se recomienda apagarla soplando, ya que esto provoca salpicaduras de cera, y se corre el riesgo de voltear el pabilo dentro de la cera derretida y ya no poder encender nuestra vela. Lo ideal es ahogar la llama, con un apagavelas, o en caso de no contar con uno, utilizar algo como "tapa" sobre la boca de nuestro recipiente por pocos segundos, para que se consuma el oxígeno y se asfixie el fuego. Siempre teniendo en cuenta con que material lo hacemos para evitar accidentes.
-Una vez apagada nuestra vela, debemos esperar un mínimo de entre 3 y cuatro horas para volver a encenderla nuevamente, y debemos asegurarnos de que la cera este totalmente solidificada y el contendor frio.
Antes de encenderla nuevamente, debemos recortar el excedente de pabilo, este debe tener aproximadamente 5 milímetros de largo.
Y Siempre repetiremos el mismo procedimiento.
La cera tiene memoria, si la "acostumbramos" a este patrón de uso correcto, podemos aprovechar al máximo su fragancia y no tendremos desperdicios.
¡IMPORTANTE! No debemos descuidar en ningún momento la vela mientras esté encendida, no ponerla cerca de objetos que sea propensos a quemarse, ni tampoco encenderla en lugares con grandes corrientes de aire. Como también debemos tener cuidado, en caso de que el contenedor sea de vidrio, de no golpearlo para evitar que este se astille. Si llegamos a observar alguna grieta o rajadura, lamentablemente deberemos desecharlo, sino estaremos expuestos a una posible explosión.
En casos así, da mucha pena desechar la cera, una opción que podemos darte para que puedas seguir disfrutando de los aromas, es que retires con mucho cuidado la cera que quede, y podés optar por ponerla en un hornito aromático en pequeñas cantidades, o bien en algún cuenquito o recipiente que tengamos en casa, y colocarlo donde queramos, puede ser en el armario, baño, sala de estar, etc. Tendremos una menor percepción de su aroma, ¡pero la aprovecharemos un poquito más!